miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Seguridad o estética?


En nuestro país, Sevilla es la primera ciudad que se ha atrevido a utilizar un tranvía sin catenarias. Cierto es que el cableado que utiliza este nuevo transporte público en la capital hispalense es antiestético, llegando incluso a provocar contaminación visual.

El tranvía que recorre, por ahora, el casco histórico de la ciudad afea en cierto modo la zona centro, debido a que cruza los lugares más emblemáticos de la ciudad, como el Archivo de Indias, la Catedral o la calle San Fernando, donde se encuentra el Rectorado de la Universidad de Sevilla. Por ello, el Defensor del Pueblo Andaluz ha reclamado al Ayuntamiento que retire cuanto antes este sistema de catenarias que lleva el tranvía para sustituirlo por un nuevo sistema de acumulación de energía, que además de reducir el impacto visual reducirá el nivel de polución, porque será más ecológico.

José Chamizo recuerda que en enero del 2011 concluye el plazo para que, desde el Consistorio, agilicen los trámites y retiren cuanto antes las catenarias. Dentro de la legalidad, tanto la Casa Consistorial como la empresa propietaria de los vagones del tranvía acordaron en su momento que anteponían la seguridad de todo el ciudadano antes que cualquier elemento estético. El sistema que llevan y conducen este tipo de transportes urbanos pueden contaminar visualmente un lugar tan privilegiado como es el casco histórico de Sevilla, por donde pasan miles de viandantes diariamente, tanto los ciudadanos que vivimos aquí como los miles de turistas curiosos que observan cada rincón de una ciudad desconocida. Por ello, por el turismo de la ciudad así como del Patrimonio Cultural, son muchos los estudiosos que exigen una mejor visión de esta zona céntrica que, quizás, no ridiculice a los sevillanos, sino que puede ser sólo una cuestión de moralidad.

El sistema de catenarias, además de ser el sistema más seguro y cómodo dentro de los tranvías, es sólo provisional. Es el más seguro puesto que estos tranvías reciben la electricidad en la parte superior de los vagones, con lo que los viandantes nunca podrán tener una descarga eléctrica, y el más cómodo y seguro a la vez porque de esta manera tienen dos puntos de apoyo: el suelo y las catenarias. El caso de descarrilamiento es más complicado con estas dos sujeciones, mientras que si sólo van por los carriles correspondientes podrían estar más sensibles a cualquier vuelco; por la batería no se correrá peligro puesto que ésta se instalará en el techo de los vagones.

Este sistema de cableado ha provocado ríos de tinta en los medios de comunicación sevillanos, pero los entendidos del tema aseguran que todo está bien estudiado, que las catenarias suspendidas pasarán a la historia cuando poco a poco se vaya instalando el nuevo sistema. Todo parece que está muy estudiado. Muchos críticos son los que dicen y aseguran que la ciudad en Semana Santa disfruta de un tranvía sin catenarias, pero eso es sólo provisional o ¿es lo mismo un recorrido que se realice 20 veces al día o 200? Ante todo, hay que pensar en Sevilla y los sevillanos y sobre todo en la seguridad de éstos.

Pronto tendremos un transporte urbano moderno en forma de tranvía, metro y autobús, envidiable en toda España. Si no, recordemos que Sevilla es la primera ciudad española que usará el tranvía sin catenaria, después llegará Bilbao, Valencia…

Observando todos los puntos de vista que encontramos sobre si es adecuado el uso del tranvía o no, y como consecuencia, de sus catenarias, vuelvo a la primera cuestión ¿seguridad o estética? Seamos sinceros, el bienestar que ha ocasionado el tranvía en Sevilla y el cuidado que ha propiciado a todo el Patrimonio Cultural que nuestra ciudad posee, ha sido notable. Recordemos que no hace tanto no podíamos pasear por la calle San Fernando o la Avenida de la Constitución, por la gran afluencia de tráfico existente. Ahora bien, cierto es que el tranvía sólo recorre 1,5 Km, una distancia que para mí es insignificante, pero para nuestros abuelos supone un gran esfuerzo físico, y al no poder acceder a esta zona en coches, taxis, o autobuses, el tranvía es un buen medio de transporte. Comprobando estos datos, nos damos cuenta de que el tranvía ha sido algo positivo para nuestra ciudad. Aunque, como todo, necesita mejorar. Pretendemos que tenga un adecuado impacto visual, pero siempre y cuando mantenga la seguridad de todos los pasajeros. Concluyendo, el tranvía ha supuesto un adelanto para nuestra ciudad, otorgando a todos los sevillanos un medio de transporte público con el que llegar a distintos rincones del centro neurálgico de la ciudad. Como sevillana, me gusta ver mi ciudad grandiosa y disfrutar de todo el Patrimonio que nos ofrece, y sé que sin catenarias la estética que nos mostraría sería superior. Por ello confío en que tal y como nos viene anunciando José Chamizo, a partir de marzo del 2011 las catenarias desaparezcan, cumpliendo así con el artículo 19 de la Ley de Patrimonio Histórico. Con lo cual, no elijo entre seguridad y estética, porque creo que ambas son posibles.

Para ver la información de la noticia:
http://www.larazon.es/noticia/1971-el-defensor-del-pueblo-insta-a-retirar-este-ano-las-catenarias-del-tranvia

Foto: www.sevilladiario.com

martes, 2 de noviembre de 2010

"La niña del Guadalquivir"

Como todos sabemos, el puente de Isabel II, popularmente conocido como "el puente de Triana", es, a mi entender, junto al Río Guadalquivir una de las imágenes más atractivas de nuestra ciudad.

Este puente constituye la entrada a Triana, a través del "Altozano" desde el que se puede acceder a la calle Betis. Además, está apoyado sobre los restos del antiguo Castillo de San Jorge, una fortaleza de origen islámico, en la cual tuvo su sede la antigua Inquisición en Sevilla.

Por lo que he podido leer, su nombre es debido a que fue construido durante el reinado de Isabel II en España, en el lugar donde se encontraba el antiguo Puente de Barcas, que fue el único puente que tuvo la ciudad durante siete siglos y que data de la época almohade. Éste se empezó a construir en el año 1847 y se inauguró cinco años más tarde. Supuso un reto para la comunicación entre las dos orillas de la ciudad. Aunque en 1974 se consideró su demolición y sustitución, por fortuna Sevilla sigue contando con este monumento.

Finalmente, en 1977 fue sometido a una profunda rehabilitación con el fin de consolidarlo y darle mayor robustez de cara al paso de vehículos. Tal y como podemos ver en las siguientes imágenes, tomadas de google, con el cambio se ganó en espacio pero se perdió la primitiva esbeltez que caracterizaba al puente, dando en la actualidad una sensación de mayor pesadez.

Imagen primitiva del puente de Isabel II

Detalle de la parte interior del puente en la actualidad

Tomando como referente las imágenes anteriores, pienso que en la fotografía primitiva del puente podemos ver esa proporción adecuada y estilizada entre la altura y la anchura de la que hablaba en el párrafo anterior. En cambio, en el actual puente, se observa cómo ha cambiado a lo largo del tiempo. Hoy en día, está mucho más recargado en cuanto a elementos decorativos. Aunque me es imposible en cuanto a estética, decantarme por alguna de las dos fotografías, digamos que me atrae más la actual, posiblemente porque muchos de nosotros (por nuestra edad) la hemos conocido de esto modo.


Los artífices fueron los franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet. Los materiales que eligieron fueron la piedra y el hierro (procedente en su mayoría de El Pedroso), iniciándose así este tipo de arquitectura en nuestra ciudad siendo uno de los ejemplos pioneros a nivel nacional. Lo curioso de la historia es que dichos ingenieros franceses se limitaron a imitar el parisino "Puente de Carrousel", lamentablemente desaparecido. (Foto derecha: tomada de Google, Puente del Carrousel de París).

Según la mitología, se dice que la Diosa Astarté (diosa del amor, la belleza, ...) huyendo de la persecusión amorosa de Hércules vino a refugiarse en la orilla occidental del Guadalquivir, fundando así Triana.

Quería comentar también que, desde el puente y sobre el río, la ciudad ofrece una de sus más hermosas panorámicas, tanto la contemplación desde el río de La Plaza de Toros de la Maestranza, la Torre del Oro, la Catedral y la Giralda emergiendo entre las azoteas, más al fondo la Plaza de España, como la encantadora sucesión de casas de la famosa Calle Betis que se asoman al Guadalquivir y, tras ellas, la torre de la Iglesia de Santa Ana. Tambíén, desde un extremo del puente se puede visualizar la Capilla de la Virgen del Carmen, obra de Aníbal González.

Para finalizar, podemos decir que fue declarado Monumento Histórico Nacional desde abril de 1976. Se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura en hierro conservados en nuestro país y sin duda uno de los referentes de nuestro patrimonio, por no hablar de su importancia documental en cuanto a que copia un puente parisino que ya no existe y al que rinde tributo desde la distancia.

Por último, decir que en septiembre de 2009, este puente fue protagonista indiscutible de una polémica en Sevilla y no por encontrarse en obras, sino porque unos 300 candandos pendieron de las barandillas de éste. La ocurrencia procedía de estudiantes Erasmus italianos. Éstos vieron reflejado en el puente de Triana, los puentes de su tierra, en los que es tradición pender candados en los puentes como muestra del amor hacia sus parejas. De la noche a la mañana, Sevilla parecía tener un "Puente de los enamorados", colgando así cada uno su propio candado para que perdurara el amor. Esto creó una gran polémica en la capital andaluza, ya que a algunos les parecía bien y en cambio, a otros no. Para zanjar esta polémica, finalmente, el Ayuntamiento de Sevilla decidió retirarlos.

Para más información visitar:

Para ver un vídeo de fotos del Puente de Triana: